miércoles, 25 de noviembre de 2009

La montaña perfecta

Hola de nuevo:

Todos nos hemos preguntado alguna vez donde está la montaña que más nos gusta, el macizo ideal o las rutas por montaña más extraordinarias o disfrutadas.

Después de haber recorrido casi toda España, creo que he llegado a la conclusión definitiva.




Conozco una zona donde las montañas tienen recorridos medios y altos (desde 400 mts. de desnivel hasta 1000 mts.), con abundantes recorridos circulares, que tiene bosques donde la luz no penetra, laderas umbrosas y también soleadas, travesías por crestas afiladas como un cuchillo, sendas que recorren el filo de la montaña y terminan en aguas cristalinas... la temperatura ideal, muy buena durante todo el año, pero a la vez, donde no falta el agua ni el sol... vistas extraordinarias que se alternan con recorridos boscosos laberínticos. Una pasada.

¿Donde está esa joya del senderismo? Pues donde poca gente se lo espera... en Tenerife.
Y dentro de Tenerife, existen 3 zonas muy buenas para practicar el senderismo. Si quereis la altitud como meta, teneis el Teide, el pico más alto de España con sus 3700 y pico metros. Y a los que les guste los grandes retos físicos: desde 0 a 4000 en 24 horas, una epopeya del senderismo que solo es posible en el Teide.

La zona de Masca y Punta Teno, con sus estremecedores barrancos y cálidas cumbres, ideal para el senderismo sin complejos más lagartero y cálido, empezando si así lo queremos en las paradisiacas costas del sur. Una zona donde lo que más destaca son las vistas, pero donde las sorpresas son continuas en el camino.


Pero amigos, donde hay que quitarse definitivamente el sombrero es en la zona del Parque rural de Ánaga. Es una zona donde podemos encontrar uno de los bosques más húmedos de España, la laurisilva. Dentro de este bosque de Laureles gigantes (una variedad que no se come...) el musgo, los helechos, las setas, además de una multitud de plantas autóctonas adecuadas a la humedad nos sorprenden como no espera el típico turista de las Islas.







No acaba ahí la cosa. Las montañas son afiladas como cuchillos, con una inclinación y verticalidad propia de los Picos de Europa. Los senderos, discurren por estrechos recorridos excavados en el la pendiente, y las asomadas al vacío son frecuentes. Frecuentes cambios de vertientes, con aproximaciones a roques, soleadas cumbres de vistas infinitas, se alternan con bosques en las partes internas de los barrancos, donde el agua corre saltarina por multitud de cascadas y pozas.



Frecuentemente, las rutas por Ánaga acaban o comienzas en paradisiacas calas, donde, afortunadamente no suele haber mucha gente porque la parte turística de Tenerife está a cien kilometros, en el sur.







Si después de esto, no entendeis porque en mis dos últimos viajes a Tenerife casi no he pisado la playa, es porque no he sabido transmitiros mi pasión por la montaña. He dicho.

Un abrazo para todos,



Floren

1 comentario:

  1. jijijiji si si, lo has transmitido muuuy bien, aunque yo solo veia...¡¡ay mare cuanta cuesta!!! XD, la verdad es que las fotos son una pasada, me alegro que te guste tanto a disfrutar de las cosas bellas!!

    MUACKS!

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