martes, 5 de octubre de 2010

Loira: Castillos y jardines

Hola de nuevo amigos:

Siguiendo con la serie de Loira, pues me gustaría contarios algunos detalles de los castillos y jardines que visitamos durante nuestra estancia.

Como ya he comentado en otro post, se puede uno hartar de ver castillos en la zona del Loira. No era nuestro propósito ni lo que os recomendamos. Ya sabeis, lo mucho cansa... y esto además de agotar físicamente también agota nuestros bolsillos. Dificilmente encontrareis alguna entrada a castillos por debajo de 7 euros, por lo que es siempre una tarea selectiva visitar los suficientes castillos para que merezca ir hasta Loira, pero no tantos como para no recordar ni lo que visteis ni en donde. En vuestras manos queda...

Empezaré con el castillo de Chenonceau. Es uno de los grandes castillos de la zona del Loira. La superficie que ocupa este castillo es enorme, y tiene la característica de ser castillo-puente, ya que se podría cruzar a la otra orilla del rio Cher a través del castillo. Esta característica le confiere una belleza muy especial.



Ideal y muy romántico puede ser un pequeño paseo en barca por el río que atraviesa el castillo. Eso sí a 6 euros la media hora...



http://www.chenonceau.com/media/es/index_es.php


Este castillo tiene dos jardines, uno enorme, el jardín de Diana y otro más coqueto, el de Catalina, pero lo que realmente nos encantó fue el "jardin potager" o sea, el huerto-jardín, donde las hortalizas para el castillo se cultivan como si fueran plantas decorativas, no solo dando suministros al castillo sino además embelleciéndolo. Y claro, también tienen flores...

Al castillo de Chenonceau se le llama el castillo de las señoras, porque hasta tres distintas damas tuvieron el "control" de este castillo, y cada una le hizo cambios y le dió algo característico al castillo. La decoración y mobiliario es suficiente en interés, la visita por el interior permite ver cosas curiosas, sobre todo en la zona de cocinas.

La entrada al castillo cuesta 10,50 para adultos, y la pagué con muchísimo gusto. Ciertamente disfruté de más de dos horas de visita que se me hicieron cortas. Sin embargo, no quise alargarlas por eso de "lo bueno, si breve..."



El castillo de Chambord es un castillo enorme, gigantesco en todas sus formas. Este castillo, que fue concebido por el rey Francisco I como residencia de caza y además, por su gusto por la arquitectura, fue engrandecido y embellecido hasta hacerlo una joya desmesurada y excepcional.

El castillo está situado en un enorme bosque de más de 5.000 hectareas (¡!) de las cuales sólo 1.000 son visitables porque el resto es reserva nacional de caza. Se puede visitar el parque y alrededores del castillo en bicicleta de forma gratuita.

El castillo tiene una dimensión colosal, con 400 habitaciones, lo cual le hace ser el castillo más grande de Francia.


Por fuera el castillo tiene unas vistas excepcionales, sin contar los inmensos paseos que pueden darse en los alrededores. Por dentro el castillo es muy grande aunque desangelado porque no tiene casi mobiliario. No obstante, como es bastante laberíntico y grande, tiene suficientes detalles como para no aburrirse en una visita de dos horas. A destacar la escalera de doble hélice.

Por último, la zona de las terrazas es lo mejor. Las vistas de los alrededores son excelentes, pero es la contemplación de los tejados y las torres lo que más llama la atención por espectacular. Realmente esta es la parte que no debe uno pasarse por alto, en un castillo que solo defrauda un poco en cuanto al mobiliario.

El precio de la entrada al castillo es 9,50 euros por adulto. Además hay que añadir por el parking 3 euros por coche, ya que hay que aparcar dentro de la zona del castillo, a no ser que vayamos a hacer senderismo o bicicleta, en cuyo caso puede convenir dejar el coche fuera del dominio del castillo.

http://www.chambord.org/Chambord-es-idm-1-n-Accueil.html

Este castillo es muy recomendable para visitar (incontournable en francés) y no conviene pasarlo por alto en la visita al Loira, y podría ser una actividad interesante contrastarlo con una visita a un castillo más pequeño pero con mobiliario como Cheverny.

Los jardines de villandry son unos reputados jardines que le han robado el protagonismo al castillo en donde están ubicados.



http://testvillandry.ecritel.net/sommaire/

Son unos jardines de estilo francés, con un castillo que, al parecer, no está a la altura de los susodichos motivo por el cual mucha gente (como nosotros) obvia la visita al castillo. Los precios son 6 euros adulto visitar los jardines y 9 euros la visita castillo más jardines.




Villandry tiene un bosque en su interior, ideal para perderse a la hora de la siesta cuando el calor aprieta. Los jardines es conveniente visitarlos cuando el sol no esté en lo más alto (¡cuando sea verano claro!) ya que no tiene sombras que protejan del sol inclemente.

Estos bellos y cuidados jardines tienen en su interior una cuidada gama de hortalizas y verduras, configurando lo que se llama un "jardin potager" o huerto-jardín, donde a las plantas alimenticias se les da categoría de planta decorativa.



Estos jardines son muy bonitos y agradables de visitar. No obstante, su precio es bastante elevado para lo que ofrecen, teniendo en cuenta que en Francia hay mucha tradición jardinera y floral, y, por ejemplo, en Loches hay un parque público ajardinado gratuito de gran belleza.



Total, aquel que no tenga un gran interés por la jardinería y las flores, puede ahorrarse visitar Villandry ya que otros castillos albergan jardines de mucha belleza y parecido nivel estilístico(como chenonceau por ejemplo).


Bueno, seguiré en otro post...

martes, 21 de septiembre de 2010

Amboise, una ciudad ideal para visitar el valle del Loira

Hola:


En este post os voy a contar nuestras impresiones sobre Amboise:

Amboise es una pequeña ciudad del centro de Francia, situada en la zona del valle del Loira. La primera impresión que tuvimos al llegar a Amboise es que era más grande de lo que nos habíamos pensado inicialmente. Y que realmente tenía muy buen ambiente, con bastante gente por la calle y un cierto bullicio agradable para nosotros los españoles. La ciudad está presidida por un castillo de apariencia imponente


El castillo de Amboise cuesta 8,50 euros visitarlo. Nosotros no lo visitamos, pero dicen que lo mejor son las vistas desde sus terrazas.


El paseo por el río es interesante y agradable. Por la noches tiene un buen ambiente, pero estaba plagado de mosquitos que afortunadamente no picaban, aunque hacían algo desagrable el paseo sobre todo cuando te acercabas a las farolas.



Desde la otra orilla del rio Loira se pueden sacar unas fotos espectaculares del castillo, que son las que salen en todas las páginas web.




En la zona centro de Amboise, en los alrededores del castillo, se pueden ver algunos edificios de interés. Un sitio muy visitado en la casa en donde murió Leonardo Da Vinci ("le clos lucé"), un chateau que en realidad es una casa-museo, donde pueden verse algunas de las obras de Da Vinci, el cual se fue a morir a Francia invitado por el rey Francisco I que hizo de protector en los últimos años del genial pintor-inventor.

Una de las calles con más animación es la Rue Victor Hugo. En las callejuelas adyacentes hay comercios de interés para comprar recuerdos y cositas, algún café de interés (cafés y tés alrededor de 4 euros en terraza) y los clásicos restaurantes, de los cuales destaco una magnífica pizzería barata en la misma Rue Victor Hugo, pero con un "charme" típico francés donde pasamos una velada encantadora (donde solo faltaron los violines...) por solo 25 euros.


Por lo demás, ya digo que es un sitio absolutamente recomendable para pasar unos días. Se halla a medio camino entre Tours y Blois, muy cerca del castillo de Chenonceau. Casi todos los desplazamientos quedan a menos de 30 kms.



Nosotros estuvimos alojados en una casa que estaba bastante bien, muy cercana a Amboise. Nos costó 50 euros la noche para dos personas y con el desayuno ("pétit dejeuner") incluido. La habitación era agradable, y aunque no tenía televisión (poco util en un país extranjero), tenía wifi gratis y por supuesto w.c. con ducha. Era cómoda y coqueta. Nuestros "caseros" Christian y Monique eran amables y atentos: http://www.la-pelleterie.com/ esta es su dirección en internet.


Para aquellos que piensen en viajar a Francia, hemos de decir que normalmente en todos los alojamientos se habla también el inglés, pero es muy raro que hablen el español, salvo en el sur. Eso sí, los propietarios suelen ser muy amables y se esfuerzan por comunicarse, con lo que simplemente sabiendo unas pocas palabras en frances y/o ingles se puede sobrevivir.


El desayuno se servía en el salón en un ambiente común ("conviviale") que les gusta mucho a los franceses, y entorno a las dulces viandas se entablaba una animada conversación. La gente suele ser muy educada, no está bien visto ir por libre y ser un jeta ;-) como en España. El desayuno tenía pan, croissants, mantequilla, mermeladas caseras (muy clásico en Francia), bollería de la región, café-leche-té, zumo de naranja, etc. Del desayuno se sale bastante repleto, la verdad.

Bueno, otro día habrá más información sobre nuestro viaje al Loira

lunes, 20 de septiembre de 2010

El valle del Loira

Hola:


El valle del Loira es una de las zonas más visitadas de Francia, y realmente merece la pena. El atractivo principal del Loira son los famosos castillos, cuya abundancia y belleza ejerce una indudable atracción para los visitantes foráneos. Pero el valle del Loira tienen mucho más.


Para empezar el Loira (“la loire”) es un río con un entorno bellísimo, y que genera islas, playas, riberas a lo largo de su extenso recorrido. El río es navegable, y una posible forma de hacer el recorrido deseado es en forma de ruta fluvial. Los bosques del Loira son otro atractivo más. Los árboles de hoja caduca forman masas forestales de mayor o menor extensión según la zona, pero conformando un entorno natural de gran belleza que resulta muy atractivo para recorrerlo a pie o en bicicleta.

Porque esa es otra forma de recorrer el Valle del Loira, en bicicleta. De hecho, hay una red de hospedaje a lo largo de todo el recorrido, estando habilitada la ruta Orleans-Saint Nazaire (390 kms) para hacerla en bicicleta.

El cogollo del Loira.

La zona más atractiva del Loira puede concretarse entre Orleans y Tours, en unos 120 kms seguramente tendríamos lo más espectacular, aunque dejaríamos de lado mucho más. Nosotros hemos concentrado nuestro viaje entre Blois y Tours, y con eso ya había bastante.

Las ciudades turísticas francesas son bastante agradables, y salvo París o algún otro enclave, nunca hemos encontrado una sensación de masificación o agobio excesivo. Con algo de previsión se puede visitar todo, y si elegimos horas tempranas o tardías, podemos estar bastante tranquilos incluso en zonas muy visitadas.

Nuestra zona de alojamiento fue en Amboise, pueblo bastante turístico y que tiene un gran castillo muy fotografiado. Realmente el pueblo se hizo agradable, y tuvo lo suficiente para distraer un par de tardes. Recomendable esta zona para la estancia porque está en mitad de la zona a visitar.


La ciudad de Blois es pequeña pero con suficientes atractivos. Como todas las ciudades turísticas francesas pasear por el casco antiguo tiene buenos atractivos, y la oferta alimentaria es suficiente.



Tours es una ciudad bastante grande, la zona turística es excelente y destaca su gran Catedral y la zona de Place Plumereau y Rue du Commerce, lugares donde se pueden encontrar calles y edificios de gran belleza. Para ser una ciudad es bastante tranquila.

Los pueblos de alrededor son muy interesantes. En realidad, en casi todos los pueblos del Loira hay algo que ver, son bastante bellos y cuidados. Hay algunos pueblos como Loches cuyo atractivo puede competir con los grandes castillos de la zona y resulta inexcusable una visita.


Los castillos del Loira

Tenemos castillos para dar y tomar. Los castillos más visitados son Chenonceau y Chambord, y ambos merecen la pena por lo que su visita es inexcusable. Chenonceau es más agradable a mi juicio, y por dentro es bastante distraido. Tiene unos jardines (“jardin potager”) muy buenos. Chambord es imponente, muy grande, destacando sobre todo sus terrazas y las fotos de sus tejados. El interior es bastante desangelado, pero como es muy grande y laberíntico no se hace pesado.

Un error que se suele cometer es visitar muchos castillos, y así el visitante acaba hastiado y sin recordar muy bien nada de lo que ha visto. Sin contar el dineral que se habrá dejado en taquilla (el más barato está en 8 euros). Nosotros solo visitamos Chambord y Chenonceau, y los jardines del castillo de Villandry, jardines muy reputados aunque, a decir verdad, los jardines son bonitos en todas partes.

Otros castillos muy recomendables y visitados son Langeais, Azay-le-rideau, Loches, Blois, Montrichard, Chinon, Amboise, Chaumont s/Loire, Cheverny, Montpoupon, Fougères, Ussé, y un largo etc. seguramente me dejaré alguno de importancia...


“Flanner”

En francés significa algo así como pasear muy relajado, deleitarse con los alrededores. Disfrutar del Loira es muy importante. La mayor parte de la gente que se acerca hasta el Loira se lanza a una vorágine visitadora de castillos y ciudades, de tal forma que acaba bastante asfixiada del viaje. Nosotros hemos hecho lo contrario, visitando solamente 3 castillos en 6 días, pero dedicándonos a “flanner” por pueblos y ciudades, disfrutando de la belleza de calles, pasadizos, corredores, jardines y por supuesto, teterías, cafés y restaurantes. Os recomiendo perderse por carreteras secundarias y detener el vehiculo en un pueblo al azar, bajarse, pasear, visitar la iglesia, comprar pan y/o repostería y disfrutar... también hay zonas de parada para hacer el pic-nic (“pique-nique”) o simplemente la foto de las orillas del Loira. O estirar las piernas caminando por un sendero que se pierde en un bosque umbrío...


Habrá mas...

domingo, 29 de agosto de 2010

Viajar por Francia: comentario general

FRANCIA.

Los franceses son uno de los pueblos que mejor viven de Europa y por lo tanto del mundo. Son, por lo general, amables y educados aunque en ocasiones algo fríos, y son excelentes anfitriones. Los pueblos franceses en su gran mayoría están limpios, muy limpios, y bastante cuidados. También están muy orgullosos de sus tradiciones y de sus productos, vendiéndose por todas partes productos “pays” o “région” o “du terroir” que son productos de la zona, normalmente vendidos sin intermediarios del productos al vendedor.




A los franceses les gusta embellecer sus pueblos con flores, existiendo las “villes fleuris”, que son pueblos y ciudades especialmente bonitas por su profusión de flores y jardines. Son muy recomendables de visitar.

Francia es el mayor país agrícola de la Unión Europea, y tienen una especial obsesión con cuidar las zonas agrícolas y sus entornos, ya que muchos franceses se siente “paysans” o sea, gente de campo. Les encanta salir los fines de semana a los pueblos y a los bosques, hacer pic-nic o comer en los restaurantes que por todos los pueblos del país ofrecen menús a precios moderados. La mayor parte de la legislación en la U.E. de tipo medioambiental y de protección de los entornos rurales, agrícolas y naturales es impulsada por Francia, que ha hecho cuestión crucial la defensa de un determinado modo de vida rural en cuanto a la calidad de los productos y paisaje.

PUEBLOS Y CIUDADES

Al contrario que en España, en Francia apenas ha llegado el boom inmobiliario. Eso ha hecho que, pueblos de gran belleza y un entorno increible, tengan precios tanto de compra como de alquiler muy baratos en relación a España. Igual pasa en ciudades de tipo medio, salvo París y alguna otra gran ciudad, los precios son muy asequibles.

La mayor parte de las ciudades y pueblos que he visitado son, en general, limpias, ordenadas, sin demasiado caos de tráfico (excepto París, y Marsella). Se puede aparcar bien, pagando (“payant”) en los cascos urbanos, y gratis (zonas blancas) en los alrededores. Para el turismo hay parkings gratis en practicamente el 100% de los pueblos y ciudades, cercanos al centro y bien comunicados y señalados.

En los pueblos de recorrido de las grandes nacionales, suele haber parkings para descansar-comprar. En muchos de esos parkings hay servicios gratuitos, razonablemente limpios en la mayor parte de los casos. Esos parkings permiten a la gente quedarse a dormir, tanto en coches como en caravanas. En las zonas turísticas no permiten aparcar a las caravanas, aunque siempre tienen algún sitio pagando habilitado para ellas.


CAMPINGS

En Francia hay infinidad de campings. Suelen estar abiertos todo el año, salvo en zonas frías o no muy visitadas. Existen dos tipos de campings, los municipales y los privados. Los municipales son muy básicos y muy baratos en general. Suele ser una explanada de hierba a las afueras del pueblo, al cual se le ha construido un bloque sanitario (lavabos, W.C. y duchas).

Los campings privados suelen ser muy buenos, incluso excelentes. La relación calidad-precio es muy buena. Normalmente ubicados en lugares de gran belleza o cercanos a lugares de interés, por precios moderados (12-18 euros) ofrecen parcelas grandes para dos personas, coche y tienda. Los campings 2 estrellas franceses son como los 3 estrellas españoles, pero bastante más baratos. La oferta de campings es extensa y por ello no suele ser necesario reservar camping, pero conviene no fiarse en temporada alta (julio-1ª quincena agosto).

En los campings franceses se respira paz y tranquilidad. Hay muchos extranjeros (ingleses, holandeses,italianos, belgas) y no se suele hablar español. El francés y el inglés son los idiomas comunmente hablados en toda Francia, así que mejor ir preparados en cuanto a idiomas. Los campings suelen tener cafetería-restaurante, piscinas, tienda, actividades diversas, alquileres de bicicletas, etc.


PAISAJE

Después de hacer varios miles de kilómetros por carreteras secundarias de media Francia, os diré que el paisaje francés es simplemente bellísimo. Con grandes ríos que surcan Francia de este a oeste, y con lluvias suficientes durante la mayor parte del año, la mayor parte del territorio es de un verde constante, alternándose zonas de cultivo-bosque, con densos bosques de hoja caduca, todo ello en llanuras de poca altitud (menos de 100 mts de altitud de media) y sin montañas altas, pero interrumpidas esas llanuras con zonas más o menos abruptas que configuran de cuando en cuando zonas agrestes.

Francia también tiene playas soleadas, tanto en el este como en el oeste. Se pasa calor, solo que menos calor que en España y hay días que parecen más de primavera que verano. Se practican los deportes de vela con profusión. En el Mediterraneo es algo parecido a la zona de Cataluña, pero en la zona atlántica hablamos de grandes mareas y vientos medios-fuertes, de ahí que el deporte de la vela tenga en la costa oeste un gran seguimiento.

CLIMA

El clima es más frío, más húmedo y más cambiante que en España. Sin embargo, tienen seis semanas de calor (julio-1ª agosto aproximadamente) que pueden achicharrar al andaluz más bien plantado. Son días de playa, piscina y sombras. Afortunadamente, es el país de los ríos y de los bosques, lo cual alivia considerablemente ese calor sofocante. No hay que descartar los impermeables ni los paraguas, ya que los días de chaparrón son sorpresivos e impredecibles, sobretodo en la zona oeste.

COMER

El pais del buen comer. De infinidad de productos sofisticados o tradicionales, modernistas o biológicos, del pan, de la mantequilla, del vino...

La recomendación general es mirar la carta de precios que todos los establecimientos suelen tener en la entrada para evitarse sorpresas luego. No hay que fiarse del aspecto del lugar para calificarlo como caro o barato. Los sitios franceses suelen estar decorados con gusto y esmero, incluso elegantemente, y no por ello ser caros. Los sitios cutres no tienen porque ser baratos.

Los horarios son también diferentes y pueden ser problemáticos porque según donde vayas suelen ser estrictos: desayuno de 7,30 a 9,30 - comidas de 12,30-14,30 - café de 15,00 a 17,00 - cenas de 19,00 a 21,00. En zonas turísticas puedes arriesgar con los horarios, pero he visto negarse a atender a un cliente en un restaurante a las 20,45 horas e incluso nos cerraron un salón de té a las 17,00.

El desayuno (“petit dejeuner”) suele ser abundante y caro. Un desayuno en un bar-brasserie no baja de 7 euros. Raramente 5 euros y habitualmente 9 euros en lugares turísticos. Recomendable desayunar por los propios medios, o si se alquila una habitación (casa rural, Logis o Chambre d’hôtes) que incluya el desayuno. En Francia el desayuno suele incluir un zumo, croissant o bollería semejante, pan con mantequilla, mermeladas, café, leche, té, etc.

La comida (“dejeuner”) en Francia tienen costumbre de no ser muy abundante. Incluso un simple bocado para mantenerse. La oferta de menús suele ser tipo Formule, que incluye un entrante y primer plato o primer plato y postre, a elección del cliente. Incluye pan pero normalmente excluye la bebida. Su precio oscila entre los 12-18 euros, aunque se ven incluso a 8 euros. Generalmente, si estas de turismo visitando monumentos, la comida se reduce a un sandwich (bocadillo en España) a 4-5 euros, o una crêpe salada (que lleva ingredientes tipo huevo, jamon york, queso, bacon, etc.) también entre 4-6 euros.

La hora del café o del té es también bastante usual. Si hemos tomado algo ligero para comer, hacer una pausa para tomar un café con algo de la riquisima bollería francesa es un ideal. Un café puede costar desde 2,5 a 4 euros en mesa. Un bollito tamaño individual entre 2-3 euros, existiendo una gran variedad de sabores y elaboraciones. Por cierto, en Francia se distingue entre bolleria (viennoiseries: croissant, suizos,etc) y repostería (pattiseries: minitartitas, pastelitos, chocolaterías, etc.) pero los precios son semejantes. Dos personas meriendan entre 10-15 euros.

La cena (“dinner”) es algo más serio y formal que la comida. Se puede cenar entre 25 y 30 euros si no se hacen alardes. Suele hacerse en restaurants, crêperies, brasseries, pizzerías, etc. Los restaurants ofrecen menús también por la noche, y suelen tener de varios tipos ofreciendo 3 o 4 platos con diversas opciones a elección del cliente. Las brasseries serían algo así como un lugar de platos combinados, ofreciendo también crêpes, pizzas, etc. Pueden ser cutrecillas o lugares con mucho encanto y muy chic, por lo que es recomendable siempre mirar la carta de precios para evitarse sorpresas mayúsculas. Las crêperies ofrecen una alimentación suficiente para aquellos que no necesiten grandes cantidades de comida. La opción habitual suele ser una crêpe salada como primero y luego una dulce como postre. Se pueden pedir entrantes como ensaladas, pero son bastante caras aunque abundantes.

En cuanto a comprar alimentos en mercados e hipermercados, hemos de reseñar que en general todos los productos del campo son más caros, existiendo una oferta muy variada y diversa de frutas y verduras casi todos de origen francés. Los productos envasados tienen precios similares a los españoles, y la carne y embutidos no difieren excesivamente de los precios españoles. Los productos de mercadillos están bien de precio, teniendo en cuenta que muchos son biológicos y 100% naturales.

Los supermercados tienen una hora de cierre muy temprana, entre las 19,00 y las 20,00. Cinco minutos antes cierran las puertas, y los dependientes te obligan a ir a la caja. Son muy estrictos con la hora del cierre porque ellos, en Francia, si llevan a rajatabla la conciliación laboral y no se queda nadie ni un minuto de más en el trabajo.

viernes, 27 de agosto de 2010

Paseo por los márgenes de Valmayor

Hola:

He aquí una ruta bastante interesante de realizar en primavera. Se trata de rodear un tramo del pantano de Valmayor, saliendo desde Villalba.

La ruta recorre la cañada Real que pasa por Villalba y Galapagar. El recorrido que hicimos está marcado con paneles y transcurre por caminos bastante anchos, ideal para transitar en bicicleta o andando, como fue en nuestro caso.

Nosotros comenzamos la ruta en la estación de Cercanías de SanYago (Madrid) que está en Galapagar, lindando con Villalba. Se sube por la calle Mayor, dirección oeste y pronto encontramos un panel indicador que nos encamina por la Cañada Real Segoviana, subiendo por encima de las vías del tren.



El camino recorre una zona de dehesas, que en primavera están siempre cubiertas de flores formando ídilicos prados, donde descansar a la sombra de los árboles. Mejor no saltar vallas porque es zona de cría de ganadería y hay mucho toro suelto.




El camino nos va conduciendo dirección Galapagar, hacia el sur, subiendo por suaves lomas. Pasaremos por la ermita del Cerrillo, como a los quince-veinte minutos de comenzar, donde podremos beber un trago de agua.




Luego, siguiendo siempre hacia el sur, nos conduce al pantano de Valmayor, con unas bonitas vistas de la zona. El aire que se respira es muy puro, y si el día nos acompaña, es la excursión ideal para la tortilla y la bota de vino.






Al poco rato, y después de una larga cuesta no excesivamente dura, comenzamos un largo descenso que nos llevará al pantano de Valmayor









Llegamos al pantano, en la zona en que linda con la urbanización Los Arroyos. Debemos abandonar entonces la Cañada Real Segoviana, y tomar un sendero que sale a mano derecha, dirección oeste y que pasa muy cerca del agua, junto al vallado. A lo lejos se vislumbra el puente por el cruzaremos el pantano para retornar.


Este recorrido es ideal para hacer en bicicleta de montaña porque es un sendero lleno de toboganes. Por ello, hay que tener cuidado con la gente tanto a pie como en bicicleta sobre todo los fines de semana.
Este camino finaliza al llegar a la presa-puente que separa el embalse de Los Arroyos del pantano de Valmayor. Cruzamos la presa por el puente, con unas buenas vistas del pantano, y nada más bajar los escalones, tomamos la senda que sale a la izquierda y que nos llevará a rodear el pantano. Hay que tener en cuenta que llevamos siempre muy cerca el agua a nuestra mano izquierda.



El recorrido de esta parte del pantano es un poco zinzagueante porque hay que evitar las numerosas zonas de humedad. Cuando el pantano está lleno casi no queda espacio para pasar, teniendo que pisar algunos charcos de vez en cuando.


Por fin llegamos a la carretera que va desde Galapagar a El Escorial. Esta carretera cruza por medio del pantano por un puente elevado. Este tramo es el más pesado de hacer, porque aunque el puente tiene una acera que permite cruzarlo andando, si hay mucho tráfico se hace un poco pesadito.
Cruzado el puente giramos a izquierda, y por una carretera de no mucho tráfico, o por senderos de tierra un poco confusos al cabo de unos 15 minutos llegamos otra vez al punto donde se une la Cañada Real Segoviana y la urbanización los Arroyos, quedando cerrado el círculo sobre el pantano.
Ya solo queda retornar tranquilamente por el mismo camino por el que hemos venido, disfrutando de las vistas, sufriendo la larga cuesta, y respirando el oloroso aire de primavera madrileña.
Nosotros empleamos unas 3 horas en hacer el recorrido, de unos 12 kms de longitud

martes, 22 de junio de 2010

Bicicleta: Ruta Abantos-Guadarrama

Hola bicicletos:

Esta ruta que os recomiendo hoy, es un bonito recorrido por esta parte de la Sierra, en la que se mezcla carretera y pista afirmada, y en la cual las subidas son muy duras y las bajadas son intensivas.

Distancia: 46,500 kilómetros.
Desnivel acumulado: unos 1000 mts de subida
Tiempo: Pufff... yo tardé con paradas y fotos unas 3 horas 30 minutos. Tranquilito y eso.

Tipo de terreno: bastante asfalto y pistas de tierra. La mayor parte carretera no muy transitada.

DESCRIPCIÓN ABREVIADA DEL RECORRIDO:
Aparcamos en "El Tomillar", y comenzamos la subida por una carretera de montaña poco transitada excepto en algunas horas del fin de semana. La carretera sube al puerto de Malagón y el puerto de Abantos. Una vez arriba, continua en bajada la carretera dirección Peguerinos. Nos desviaremos antes de ese pueblo, por una pista de tierra dirección el campamento de Peñas Blancas. Esa pista rodea el macizo por el norte, y lo recorre todo lo largo hasta alcanzar una carretera de asfalto que después de una dura subida nos lleva hasta el cruce con el GR10 en el Collado de la Mina. Una pista de tierra desciende hasta el Puerto del León, pero tomaremos un desvío que baja por el Valle de Guadarrama por una pista vertiginosa que nos acerca al embalse de la Jarosa. A media bajada enlazaremos con una pista mal asfaltada y con muchos baches, poco transitada y que nos lleva directamente hasta el embalse. Desde allí bajamos al pueblo de Guadarrama y retornaremos a por el coche a través de la M600 dirección El Escorial, carretera muy transitada.

1.- Subida hasta el puerto de Malagón (unos 11,200 kms y 600 mts. de desnivel) es una dura subida por carretera de montaña con poco tránsito, y con algunos tramos de bastante dureza, sobre todo el principio y el final.

2.- Desde allí se llega en pocos minutos al puerto de Abantos (13,100 mts y 660 mts. de desnivel), punto desde el cual la carretera baja vertiginosamente hacia Peguerinos.

3.- Aproximadamente en el km. 15 nos encontramos con la fuente Negra, penúltimo punto para avituallarnos de agua.

4.- Pasado el km. 17 sale a mano derecha una pista de tierra señalizada con un cartel que pone "Peñas Blancas", una zona de acampada. Tomamos esa pista de tierra bien afirmada, por la cual rodearemos el macizo montañoso.

5.- A la altura del km. 19,400 de la ruta, nos encontramos con el campamento "Peñas Blancas", he aquí una vista del lugar


Así es la pista de tierra que vamos recorriendo:



6.- En el kilómetro 22,500 acaba la pista y nos encontramos una barrera que da acceso a una carretera asfaltada poco transitada. Hacia la izquierda hay un camping. Nosotros continuaremos hacia la derecha.


7.- Comienza un tramo muy duro de subida, que no tiene nada que envidiar a la subida al Monte Abantos. Existe un camino bastante ciclable a la derecha de la carretera, pero la subida es tan dura incluso por la carretera que subir por el camino solo está al alcance de los muy fuertes.

Nos encontraremos una fuente a media subida, donde podremos reponer el preciado líquido, no encontraremos más agua hasta el pueblo de Guadarrama.

8.- A la altura del km. 24,600 llegamos por fin a un collado, con un cruce de pistas. Nosotros continuamos por nuestra senda asfaltada, que sigue de frente.



9.- Y más o menos en el km 26,200 llegamos al punto final de la subida, el Collado de la Mina, en el cordal de la montaña, donde nuestra carretera acaba. Se cruza con el GR10, pero nosotros continuamos en la pista de tierra de enfrente de la carretera, que tiene un paso canadiense. Ahora caemos hacia el valle de Guadarrama.



La bajada es por una pista de tierra que va a dar al Puerto del León. La pista es recorrida eventualmente por coches, por lo que habrá que tener cuidado. Es muy bacheada y tiene piedras.

10.- Atención, es el único punto del camino que tiene una desviación a la que hay que estar atento. Después de un rato de bajada, en el km. 29,200 sale una pista de tierra que nos va a bajar hacia el embalse de la Jarosa. La pista sale a contrabajada, por lo que hay que estar muy muy atento. Nos la encontraremos después de una especie de instalación de antena semiderruida.

He aquí una foto del lugar:


11.- La pista que baja a la Jarosa tiene muchos cruces, pero hemos de seguir la que parece Principal, siempre es continuando la bajada. Por esa pista es por donde suben los todoterrenos de vigilancia, por lo que la pista tiene un ancho grande y es bastante ciclable.

Una vista del descenso a poco de comenzarlo, con el embalse al fondo:



12.- Nuestra pista muere (¡como no!) en un nuevo tramo asfaltado, que afortunadamente no es muy concurrido por los coches excepto los fines de semana.

Al llegar a la pista de asfalto, en el cruce, hay que girar a la izquierda:



La bajada es también vertiginosa, y el asfalto está bastante defectuoso y descarnado, en algunos tramos incluso desaparece. ¡Cuidado!

Existen multitud de pistas que bajan paralelas o cruzando con la carretera. Es posible tomarlas ya que son muy ciclables en su mayoría.

13. Y por fin, en el km. 35,500 llegamos al embalse de la Jarosa, donde ya entramos en carretera abierta normalmente al tráfico. Desde aquí bajar al pueblo de Guadarrama no tiene dificultades porque es continuar la carretera sin más.



14.- En unos 3 kms. se llega al pueblo de Guadarrama. Desde allí, hay que coger la carretera de Guadarrama-El Escorial M600, una carretera con una densidad de tráfico elevada, por lo que hay que tener cuidado.

Se llega al area recreativa "El Tomillar" después de haber recorrido los 46,600 kms.
Fin de ruta.

Personalmente, recomiendo dejar los coches en el pueblo de Guadarrama y salir desde allí, porque si comenzamos la ruta temprano (antes de las 10,00 horas) el tráfico de la M600 es menor y se puede circular con menos agobio.

Espero que disfruteis de este recorrido, que es bastante rutera y permite hacer una panorámica de esta zona del Sistema Central que es realmente muy bonita.

viernes, 26 de febrero de 2010

El Alto Tajo

Buenas de nuevo:
Después de una larga espera, retomo este blog para relatar nuestra última salida: el Alto Tajo.

Esta zona es bastante conocida y sin embargo, está llena de rincones por descubrir. Su configuración física es bastante abrupta, y adopta una forma montañosa que se denomina "muela". Los ríos han labrado unos profundos cañones, configurando una serie de alturas planas en sus cumbres, pero de paredes generalmente verticales.
Tanto la parte de arriba de las muelas, como la zona de los ríos son bastante planas y están surcados por carreteras y pistas ideales para BTT. Sin embargo, se echan en falta una adecuada configuración de red de senderos, más adecuados para senderistas, ya que las pistas pueden ser transitadas por coches, lo que en verano puede ser especialmente "etouffant" para aquel que las recorra a pié.
La zona está repleta de miradores, y últimamente han hecho un buen esfuerzo por señalizar las rutas con carteles orientadores, lo cual ayuda bastante sobre todo en aquellas zonas más dadas a la confusión como pueda ser la parte de arriba de las muelas.
Por otro lado, en el orden climático, hemos de decir que es una de las zonas más frías de España, y la capital de la zona, Molina de Aragón, tiene según AEMT la segunda temperatura más fría registrada en España (-28º). Es una zona muy fría en invierno y relativamente calurosa en verano, aunque con mucho pino y ríos cerca es bastante agradable.
La zona es karstica, con gran abundancia de cuevas y simas, estando ahora muchas de ellas señalizadas, aunque otras están por descubrir.
Además, es una zona con mucha vegetación, con una impresionante masa de pinar que recorre kilómetros y kilómetros. La zona de las muelas tiene además vegetación interesante de tipo extremo, como espinos, tomillos, boj, etc., ya que tienen que soportar fríos extremos, vientos heladores y calores en verano.

Este año ha sido abundante en lluvias, lo cual ha permitido observar cascadas de bastante interés. Nosotros hicimos dos rutas sencillas, teniendo en cuenta que había temporal de frío en la península.

La primera ruta es la del Salto de Poveda, una breve, sencilla y poco exigente caminata que sale del Puente de Poveda (cerca del pueblo del mismo nombre). La ruta está marcada de azul y blanco, y se dirige hacia una antigua presa cuyo muro de contención fue destruido por las aguas, quedando un bonito salto de 20 metros. La distancia ida y vuelta son unos 10 kilometros y son unas dos horas y media de recorrido.


Por la tarde hicimos la ruta de los miradores de Taravilla. Está ruta parte del pueblo de Taravilla, y es de más interés para la BTT ya que el recorrido total es de unos 50 kilómetros. Nosotros fuimos andando hasta el primer mirador, el de Cuevas Labradas. Son unos 6 kms desde Taravilla, e ida y vuelta tardamos dos horas cuarenta minutos. Es una ruta con poco aliciente para el senderista, mejorando en la zona de los miradores con unas vistas atractivas y una zona de vegetación interesante.



Por último, el domingo estuvimos recorriendo parte del GR-10, a la altura del Puente de San Pedro, cerca de Zaorejas. La zona es bonita, y bastante cerca tiene una cascada de interés: la cascada del Campillo que con sus buenos 30 metros de caida,estaba espectacular. El recorrido del GR va por pista, aunque también coge sus buenos tramos de carretera. No obstante a ello, resulta apacible y distendido recorrer esas pistas, siendo evitables los fines de semana del verano y el mes de agosto. En esas fechas, es preferible hacer BTT.


Paisajísticamente es una de las zonas que más me gusta. Es fácil estar en soledad en la parte de arriba de las muelas, y sólo las zonas más transitadas, que son las inmediaciones de las zonas de descanso, son a evitar en verano. Lugar ideal para las caminatas sin grandes exigencias físicas, buen aire, mejor agua. Buen destino y recomendable para todos los públicos.